ni la suave fragrancia de los lilos
ni el narcótico vuelo
del mosquito al que dora el sol tardío.
No es tampoco esta hora
con todo su ascendiente y su prestigio,
la hora que el silencio va tejiendo
con su hilo más fino.
No el ruiseñor que canta ni mis sueños
me retienen atado a tan grato infinito,
sino el dulce desvelo de volverme
olvido de mí mismo.
- Andrés Trapiello
in El Volador de Cometas (Antología poética), Renacimiento
Sem comentários:
Enviar um comentário